Inmigrantes encarcelados


En el Ecuador ser inmigrante indocumentado también es un delito. 21 personas permanecen hacinados hace 30 y 45 días en un calabozo de Migración, hombres y mujeres de todas las edades están detrás de una puerta con barras por haber sido encontrados en flagrante inmigración... Gisel es una cubana de 23 años que llegó al Ecuador hace 18 meses, acababa de terminar el bachillerato cuando pensó que este país le ofrecería un mejor futuro que su Cuba... Hoy sus sueños penden de un hilo y "nada fue como lo soñó, ésta se convirtió en su peor pesadilla"; hace 42 días un oficial entró al restaurante donde trabajaba, le pidió documentación y cuando su jefe le indicó que los papeles de la joven están en trámite, el policía respondió "si tiene plata sáquela de la cárcel"...
Hoy su madre como muchos otros padres, novios, esposos y activistas esperan en las afueras del calabozo de migración en Quito que se resuelva la situación de los indocumentados quienes no pueden ser deportados a Cuba porque el Estado de ese país no otorga el salvoconducto para el retorno de sus ciudadanos, y no son puestos en libertad porque los 90 días de libre permanencia en Ecuador se les caducaron...
Detrás de los barrotes están los protagonistas de 21 historias distintas, aunque la mayoría son cubanos, también hay africanos, españoles, peruanos...
Un hombre de Nueva Guinea quien llevaba 8 años en el país está detenido hace más de un mes sin explicación ni trámite alguno, no existe un cónsul que vele por su caso y la única respuesta que ha recibido es que el país no tiene los recursos para pagar su deportación; viviendo en el Limbo, sin familia ni autoridades a quién acudir consume los días en una prisión dónde no existe un presupuesto fijo de alimentación, no hay camas peor suficientes colchones y todos comparten un baño...

Las denuncias de los detenidos son innumerables, desde abuso psicológico hasta privación de todos los derechos humanos...
Ojalá dentro de poco tenga la oportunidad de contar detalladamente la historia de esa ecuatoriana que espera que el papá de su bebé no sea deportado, o de la madre que sufre todos los días por la seguridad de su hija o la esposa que dejó su trabajo para vigilar cada día que su esposo no sea deportado sin previo aviso...

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