Entrevista Matías Belmar

De nacionalidad chilena, se estableció en Ecuador hace un año. Estudió actuación en el Cronopio de Quito y artes circenses en el Circo del Mundo en Chile. Fundador de la escuela Espacio Círculo, hoy es profesor de malabarismo y acrobacia en la casa de la juventudes de Quito.

¿Qué es el malabarismo?

Es un arte completo, un deporte y un medio de expresión, aunque aquí se lo ve como algo ligero. El malabarismo es expresión y cultura y se debe demostrar eso mostrando productos circenses de calidad, que tengan coherencia y preparación.

¿Cómo se utiliza la numerología?

Bueno es matemática, cada truco tiene su número y se va sumando esos números para sacar un nuevo truco. Por ejemplo pasar la pelota de una mano a otra es el uno y lanzarla de de una mano a otra en formando un triángulo es el tres. Igual es con todos los juguetes cada uno tiene sus planos y su lógica.

¿Cómo ve el desarrollo del malabarismo en Ecuador?

Es muy pobre, aquí no hay una escuela de circo, la casa de las Juventudes es el único espacio que se abrió un poco a la idea. En comparación a Latinoamérica está muy atrás.

¿Cómo crees que podía impulsarse las artes circenses?

Eso depende de los grupos. Deben ponerle ganas y desarrollar procesos pedagógicos coherentes. Creando productos pedagógicos sólidos y consistentes. Además es bueno olvidarse del prejuicio al aporte institucional, porque en realidad puede ser muy productivo.

¿Por qué cree que el malabarismo no es una actividad socialmente apoyada?

A la gente le encanta el circo, pero pone resistencia cuando uno de los suyos quiere ser cirquero. Eso es por la asociación que se tiene del malabarismo con el semáforo y solo con eso, entonces no lo ven como arte o algo productivo.

¿Alguno de sus alumnos ya hacen circo profesionalmente?

Si. Hay un grupo que se llama Contrabando, son tres chicos que trabajaban en el mercado y también en el semáforo, vinieron acá y ahora están haciendo varias presentaciones.

¿Qué les dirás a los chicos que quieren ser cirqueros y tienen al semáforo como escuela?

El semáforo es normal, la mayoría hemos pasado por él. Es un buen lugar para mostrar lo que sabes y ver la reacción de la gente, pero no puedes quedarte ahí. Esa no puede ser la aspiración sino solo una circunstancia o un proceso para llegar a algo mucho más grande.

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